De nuevo, por tercer año consecutivo, volvemos mi amigo mago Javier Lázaro y yo a la fundación para pasar un rato muy divertido y finalmente muy misterioso, con los voluntarios de la fundación que realizan esa labor tan maravillosa con los niños del barrio.
Un fuerte abrazo a tod@s y amenazo con volver, jajajajaja...